Sistema óseo
El cuerpo humano es una
complicada estructura que contiene más de doscientos huesos, un centenar de
articulaciones y más de 650 músculos actuando coordinadamente. Gracias a la
colaboración entre huesos y músculos, el cuerpo humano mantiene su postura,
puede desplazarse y realizar múltiples acciones.
El conjunto de huesos y cartílagos:
forma el esqueleto.
El tejido óseo combina células
vivas (osteocitos) y materiales inertes (sales de calcio y fósforo), además de
sustancias orgánicas de la matriz ósea como el colágeno, proteína que también
está presente en otros tejidos. Los huesos son órganos vivos se están renovando
constantemente.
Las funciones del esqueleto son
múltiples:
Sostiene al organismo y protege a
los órganos delicados como el cerebro, el corazón o los pulmones, a la vez que
sirve de punto de inserción a los tendones de los músculos.
Además, el interior de los huesos
largos aloja la medula ósea, un tejido que fabrica glóbulos rojos y blancos. La
cabeza está constituida por el cráneo y la cara. Es una sucesión compleja de
huesos que protegen el encéfalo y a otros órganos del sistema nervioso central
(ver Sistema Nervioso) También da protección a los órganos de los sentidos, a
excepción de el tacto que se encuentra repartido por toda la superficie de la
piel.
La columna vertebral es un pilar
recio, pero un poco flexible, formada por una treintena de vértebras que cierra
por detrás la caja torácica. En la porción dorsal de la columna, se articula
con las costillas.
El tórax es una caja
semirrígida que colabora activamente durante la respiración.
En
el cuerpo humano existen 208 huesos:
- 26 en la columna vertebral.
- 8 en el cráneo.
- 14 en la cara.
- 8 en el oído.
- 1 hueso hioides.
- 25 en el tórax.
- 64 en los miembros superiores.
- 62 en los miembros inferiores.
Hay
varios tipos de huesos:
- Largos, como los del brazo o la pierna.
- Cortos, como los de la muñeca o las vértebras.
- Planos, como los de la cabeza
En esta imagen puedes ver un ejemplo de hueso
largo, corto y plano:
Algunas
características:
Son duros. Están formados por una
substancia blanda llamada osteína y por una sustancia dura formada por sales
minerales de calcio y fósforo. Los huesos largos tienen en su parte media un
canal central relleno de médula amarilla, y las cabezas son esponjosas y están
llenas de médula ósea roja.
Su
función:
Dar consistencia al cuerpo.
Ser el apoyo de los músculos y
producir los movimientos.
Sirven como centro de maduración
de eritrocitos (glóbulos rojos).
División
Del Cuerpo Humano Para El Estudio Del Sistema Óseo:
El cuerpo humano se divide de la
siguiente manera para que sea más comprensible y universal:
Cabeza Tronco y Extremidades.
Huesos de
la cabeza
Los huesos del cráneo son 8 y
forman una caja resistente para proteger el cerebro. Los huesos de la cara son 14. Entre ellos los
más importantes son los maxilares (superior e inferior) que se utilizan en la
masticación. Hay un hueso suelto a nivel de la base de la lengua; llamado
hioides, en la que sustenta en sus movimientos.
Huesos del tronco
La clavícula y el omóplato, que
sirven para el apoyo de las extremidades superiores.
Las costillas que protegen a los
pulmones, formando la caja torácica.
El esternón, donde se unen las
costillas de ambos lados. (anterior)
Las vértebras, forman la columna
vertebral y protegen la médula espinal, también articulan las costillas.
(Posterior).
La pelvis (ilion, isquión y
pubis), en donde se apoyan las extremidades inferiores.
Huesos de las extremidades superiores
Clavícula, omoplato y húmero
formando la articulación del hombro
El húmero en el brazo.
El cúbito y el radio en el
antebrazo
El carpo, formado por 8
huesecillos de la muñeca.
Los metacarpianos en la mano.
Las falanges en los dedos.
Huesos de las extremidades inferiores
La pelvis y el fémur formando la
articulación de la cadera.
El fémur en el muslo
La rótula en la rodilla.
La tibia y el peroné, en la
pierna
El tarso, formado por 7
huesecillos del talón.
El metatarso en el pie
Las falanges en los dedos.
Las Articulaciones
Son las zonas de unión entre los
huesos o cartílagos del esqueleto. Se pueden clasificar en: sinartrosis, que
son articulaciones rígidas, sin movilidad, como las que unen los huesos del
cráneo; sínfisis, que presentan movilidad escasa como la unión de ambos pubis;
y diartrosis, articulaciones móviles como las que unen los huesos de las
extremidades con el tronco (hombro, cadera).
Las articulaciones sin movilidad
se mantienen unidas por el crecimiento del hueso, o por un cartílago fibroso
resistente. Las articulaciones con movilidad escasa se mantienen unidas por un
cartílago elástico. Las articulaciones móviles tienen una capa externa de
cartílago fibroso y están rodeadas por ligamentos resistentes que se sujetan a
los huesos. Los extremos óseos de las articulaciones móviles están cubiertos
con cartílagos lisos y lubricados por un fluido espeso denominado líquido
sinovial producido por la membrana sinovial. La bursitis o inflamación de las
bolsas sinoviales (contienen el líquido sinovial) es un trastorno muy doloroso
y frecuente en las articulaciones móviles.
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